En la tercera entrega de nuestro recorrido por los miradores panorámicos del mundo no vamos a salir de la Europa occidental. Sin embargo, no por eso dejaremos de presentar una amplia variedad de miradores: aparte de los habituales campanarios (dos románicos y uno barroco), incluimos dos fortalezas, una torre defensiva, una noria, una terraza, un barranco y hasta un área de autopista. Para ser aún más originales, dos de los miradores están en un país pero ofrecen vistas de otro.


REPÚBLICA FRANCESA


PRINCIPADO DE MÓNACO
BEAUSOLEIL: MIRADOR DEL ÁREA DE LA AUTOPISTA
El Principado de Mónaco es el país más pequeño del mundo si exceptuamos la Ciudad del Vaticano. Es diminuto y estrecho, pues se extiende longitudinalmente a lo largo de la costa mediterránea. La autopista corre paralela a la costa a través del municipio francés de Beausoleil y en un área de servicio de esa autopista hay un mirador desde el cual podemos contemplar prácticamente todo el Principado desde lo alto, como ya explicamos en otro artículo. Se aprecia, a la derecha, el promontorio rocoso (llamado apropiadamente La Roca) donde nació Mónaco. En su cima se distinguen el Palacio Principesco, la catedral o el Instituto Oceanográfico. Continuando hacia la izquierda vemos el puerto, el Casino y el área residencial de Montecarlo. Accesible a pie y gratuito.


REINO DE ESPAÑA
AÍNSA: CAMPANARIO DE LA IGLESIA
La villa de Aínsa, capital de la comarca histórica de Sobrarbe, es uno de los pueblos medievales mejor conservados de España, y una visita obligada en un recorrido por esa maravilla natural que es el Pirineo Aragonés. La parte antigua del pueblo, situada en lo alto de un promontorio, está coronada por el campanario de su parroquia. Esta iglesia románica, típicamente pirenaica, llama la atención por su sencillez y por su antigüedad (siglos XI y XII). Desde el cuerpo de campanas se puede ver el caserío en la confluencia de los ríos Cinca y Ara, con su famosa Plaza Mayor porticada, los restos de su castillo… Y al fondo, imponentes, las montañas del Pirineo Central. Con escaleras y de pago (pero muy barato).


CONFEDERACIÓN HELVÉTICA
BELLINZONA: FORTALEZA DE CASTELGRANDE
La capital del Tesino, el cantón suizo de lengua italiana, creció en un estrecho valle, casi un desfiladero, que constituye un paso natural para atravesar los Alpes de norte a sur. Por este motivo fue disputada por el Ducado de Milán y la Confederación Helvética, hasta que en 1516 cayó del lado de ésta última. Castelgrande es la fortificación más antigua y más grande de las tres que custodian la ciudad desde sendos promontorios. Hoy alberga un pequeño museo de Historia de la ciudad y ofrece unas estupendas vistas sobre el casco histórico (inmediatamente debajo) y las otras dos fortalezas (justo enfrente). Se accede cómodamente a pie y es gratuito.


REINO DE ESPAÑA
TRUJILLO: TORRE DE LA IGLESIA DE SANTIAGO
Aunque la localidad natal del gran conquistador Francisco Pizarro es conocida sobre todo por su preciosa Plaza Mayor, no hay que dejar de adentrarse en las callejuelas de su empinado casco antiguo. Éste, plagado de antiguos palacios e iglesias, es una auténtica joya situada en la ladera de una colina. Precisamente la primera que encontramos, nada más atravesar la muralla, es la de Santiago. Este templo románico es tan pequeño y simple que podemos pasar sin identificarlo como iglesia. Su campanario fue parte de la muralla y ofrece las mejores vistas posibles sobre la Plaza Mayor. También vemos, hacia arriba, los muros del castillo que protegía a esta población extremeña. Por su estructura, esta torre no permite ver en las otras direcciones. Con escaleras y de pago.


REPÚBLICA DE AUSTRIA
VIENA (AUSTRIA): NORIA DEL PRATER
El Prater, el mayor parque de la capital de Austria, contiene el parque de atracciones Wurstelprater, cuya más famosa atracción es la Noria Gigante (Riesenrad). Construida en 1897, es la única de aquella época que se conserva en el mundo y, con sus 65 metros, hasta 1985 fue la más alta del mundo. Sólo conserva 15 de las 30 cabinas originales, tras los daños causados por los bárbaros bombardeos de los anglosajones al final de la Segunda Guerra Mundial. Desde el cénit, a nuestros pies observamos las atracciones decimonónicas del parque. Mientras, al oeste se encuentra el casco antiguo, aunque bastante lejos; sin embargo se puede identificar la gigantesca torre de la catedral de San Esteban. Hacia el norte, más allá del Danubio, se yerguen los rascacielos de la Ciudad de la ONU. De pago y cara.


REINO DE ESPAÑA
MADRID: AZOTEA DEL CÍRCULO DE BELLAS ARTES
En Madrid, una gran urbe sin altos campanarios, las mejores vistas panorámicas las obtenemos desde las azoteas de algunos de los grandes edificios del centro construidos entre finales del siglo XIX y principios del XX. Un buen ejemplo es la sede del Círculo de Bellas Artes, situado en la calle de Alcalá, justo frente a la confluencia con la Gran Vía. Desde la azotea de este inmueble, que cuenta con un agradable bar, se obtiene una imagen privilegiada del edificio Metrópolis, uno de los más bonitos y famosos de la capital de España. Se pueden apreciar los preciosos detalles de su fachada, su cúpula y la estatua femenina (la Victoria Alada) que la corona. Más a la derecha, ya en la calle de Alcalá, vemos la sede del Instituto Cervantes, y al fondo la plaza de Cibeles, donde destacan la Casa de América y el Ayuntamiento de Madrid. Es especialmente bonito de noche. Con ascensor y de pago.


REPÚBLICA PORTUGUESA


REINO DE ESPAÑA
VALENÇA DO MINHO: BALUARTES DEFENSIVOS
La frontera hispanoportuguesa, la más antigua del mundo, está sembrada de fortificaciones, especialmente del lado luso, a pesar de que nunca llegó ninguna invasión del otro lado. Este temor infundado es el mismo que ha mantenido a los portugueses durante siglos incomprensiblemente echados en las garras de la Pérfida Albión. En el norte del país, esto llevó incluso a la fundación de una fortaleza que se acabaría convirtiendo en ciudad. Hablamos de la bonita localidad de Valença do Minho, hoy un fortificado supermercado de toallas y otros productos de menaje. Los baluartes de esta fortaleza ofrecen unas estupendas vistas del río Miño -que es la frontera-, el puente internacional y la ciudad gallega de Tuy. Y sobre el caserío de esta población española se asoma su antiquísima catedral. Accesible a pie y gratuito.


REINO DE ESPAÑA
CÓRDOBA: TORRE DE LA CALAHORRA
La Torre de la Calahorra está situada en la margen izquierda del río Guadalquivir, en la ciudad de Córdoba. En realidad es una pequeña fortaleza que defendía el acceso al Puente Romano desde el sur. Actualmente alberga un pequeño museo audiovisual dedicado a Al-Ándalus. La terraza superior, si bien no tiene mucha altura, ofrece unas inmejorables vistas del centro histórico de la ciudad andaluza, al otro lado del río. Justo frente a nosotros, majestuosa, se yergue la mezquita-catedral. Desde aquí se distinguen claramente las dos partes de que consta: se trata de una mezquita de grandes dimensiones (con el mijrab destacándose al frente) y una iglesia mucho más pequeña pero más alta que sobresale de su interior. Con escaleras y de pago.


REPÚBLICA FEDERAL DE ALEMANIA
DRESDE: CAMPANARIO DE LA IGLESIA DE LA CRUZ
La ciudad de Dresde, capital de Sajonia, es llamada la Florencia del Elba por la belleza y el valor artístico de sus edificios. Sin embargo, lo que vemos hoy es lo que se ha reconstruido pacientemente tras la destrucción casi total provocada por los bárbaros bombardeos de febrero de 1945, uno de los muchos crímenes de guerra impunes perpetrados por los anglosajones. La iglesia de la Cruz está situada al sur del casco antiguo, junto a la plaza Altmarkt, que no se reconstruyó tras la guerra y no tiene interés. Sin embargo, más allá de ella vemos el caserío reconstruido, con sus bonitos tejados sobre los que se destacan las torres del Palacio Real (Residenzschloss) y de la iglesia de la Corte (Hofkirche), y más a la derecha la imponente cúpula de la iglesia de la Virgen (Frauenkirche). Con escaleras y de pago.


REINO DE ESPAÑA
CUENCA: VENTANO DEL DIABLO
Con este sugerente nombre se conoce un balcón natural que se asoma sobre la Hoz del Júcar, muy cerca de la preciosa ciudad de Cuenca. El río Júcar, el mayor del levante español, aquí forma una estrecha garganta que unos quilómetros más abajo, ya en la ciudad, se abrirá para crear uno de los barrancos que rodean el casco antiguo. Este mirador, hábilmente acondicionado por manos humanas, se encuentra a medio camino entre la ciudad castellana y otros dos parajes muy visitados de su provincia, la Ciudad Encantada y el nacimiento del río Cuervo. Sólo hay que parar el coche allí mismo y es gratuito.
TEXTO Y FOTOS © LAGARTO ROJO
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