Nombre oficial: Reino de España![]() ![]() Superficie: 770.645 km² (con el Sahara Español) Población: 46.439.864 habitantes (2015) Capital: Madrid Idioma oficial: español Moneda oficial: euro (EUR) |
El Palacio Real de Madrid, también llamado Palacio de Oriente, es la residencia oficial de los reyes de España, si bien en la práctica no habitan en él y sólo se utiliza para ceremonias de Estado. Su visita es una de las inexcusables en Madrid, ya que alberga riquezas artísticas de valor incalculable y tiene un lugar privilegiado en la Historia de España y de la Monarquía Hispánica. Ironías de la Historia, la última persona que lo habitó fue Manuel Azaña, presidente de la II República.
El Palacio Real es gigantesco (de hecho el mayor del mundo actualmente en uso), con 135.000 m2 y 3.418 habitaciones. En el interior no se pueden hacer fotos, por desgracia, así que hoy nos vamos a centrar en sus cuatro impresionantes fachadas y las vistas panorámicas que ofrece. Todas ellas, como vamos a ver, son claramente visibles, ya que ante ellas se abren amplias plazas y jardines, pero además hacia el norte y especialmente hacia el oeste, dado el desnivel del terreno, se puede apreciar y fotografiar desde lejos.
Al margen de las vistas que de él se puedan obtener desde azoteas de edificios altos, para cualquier viandante u observador curioso el Palacio Real ofrece una imponente estampa desde al menos dos puntos: por un lado el río Manzanares y el puente de Segovia, y por otro el mirador situado junto al templo de Debod. Ello es debido a que el Palacio Real ocupa un lugar privilegiado en el extremo occidental del casco antiguo de la capital y sobre la vega del Manzanares, a una altura superior a ésta.
El edificio se construyó en el mismo lugar ocupado por el antiguo Alcázar de Madrid, el palacio real de la dinastía Habsburgo, que a su vez tenía su origen en una fortaleza musulmana del siglo IX. Este palacio fue destruido por un pavoroso incendio en 1734 que lo dejó en estado de ruina, lo que motivó su demolición completa y el proyecto de uno nuevo de traza barroca, que es el que hoy conocemos. Se edificó según el proyecto de Giambattista Sachetti, aunque también intervinieron Ventura Rodríguez (que realizó la capilla) y Francesco Sabatini (que lo terminó).
Empezaremos nuestro recorrido por la fachada oeste. En el paseo de la Virgen del Puerto se encuentran los Jardines del Campo del Moro, a los que accederemos por una discreta puerta que se abre en la verja que los rodea. Deben su nombre al emir almorávide Alí ibn Yúsuf, que en 1109 habría acampado aquí sus tropas en un intento de reconquistar Mayerit. Nada más entrar seremos testigos de la vista más espectacular de todo Madrid, y una de las estampas más imponentes del mundo: ante nosotros los jardines en pendiente anteceden a todo el lado occidental del palacio. La imagen tiene una gran majestuosidad gracias al efecto óptico creado por el desnivel y la distancia. Los jardines recibieron su aspecto actual en el siglo XIX y albergan en su interior el Museo de Carruajes.
Subiendo por la cuesta de San Vicente llegaremos a los Jardines de Sabatini, frente a la fachada norte del palacio, la más difícil de fotografiar por el efecto de contraluz (que se acentúa en invierno). No obstante, también goza de un gran efecto escenográfico. Curiosamente estos jardines no fueron obra de Francesco Sabatini, sino de Fernando García Mercadal en tiempos de la II República, tras ser demolidas las caballerizas de Palacio que estaban aquí ubicadas y que sí fueron construidas por el arquitecto palermitano.
- Vista general de la Plaza de Oriente, con el Palacio Real al fondo y el monumento de Felipe IV en primer término
Mención aparte merecen las estatuas que adornan el estanque de los Jardines de Sabatini, así como la vecina Plaza de Oriente. Forman parte de un conjunto de 94 efigies de reyes de España desde la época visigoda hasta Fernando VI, pasando por los Reinos de Asturias, León, Galicia, Portugal, Castilla, Navarra y Aragón, así como dos americanos (Moctezuma y Atahualpa). Su ubicación original era la balaustrada que corona la cornisa de las fachadas del palacio, pero Carlos III mandó bajarlas y fueron dispersadas por diversos lugares de Madrid y España. Unas pocas volvieron a las fachadas en el siglo XX. Siguiendo este enlace se puede ver la ubicación actual de todas ellas.
- Coronamiento de la fachada oriental del Palacio Real. Los reyes visigodos Leovigildo, Recaredo, Liuba II (aunque está escrito erróneamente Luiba) y Viterico flanquean el blasón real
La fachada este es la más concurrida, ya que da hacia el centro de la ciudad. Ante ella se abre la Plaza de Oriente, llamada así por su ubicación respecto al palacio. Aquí viene el apunte entre curioso y absurdo: de la plaza, por metonimia, toma el edificio su nombre popular (Palacio de Oriente), a pesar de que en realidad se encuentra al occidente de la ciudad antigua. O sea, justo lo contrario de lo que indica el nombre. La plaza, que se cierra por el lado opuesto con el Teatro Real, fue abierta por José I. Este monarca realizó unas cuantas en Madrid, lo que le valió el mote de Pepe Plazuelas.
La Plaza de Oriente está presidida por una de las estatuas más grandiosas del mundo: el retrato ecuestre de Felipe IV. Fue la primera del mundo realizada en corveta, es decir, sólo sobre las patas traseras. La realizó en Florencia Pietro Tacca según un retrato de Diego Velázquez y un busto de Juan Martínez Montañés y ayudado por los cálculos matemáticos de Galileo Galilei. Casi nada… Por lo que respecta a la fachada en sí, tiene una puerta llamada del Príncipe, donde se realiza cada miércoles el cambio de la Guardia Real.
Seguiremos por la calle de Bailén, desde hace unos años peatonal y habitualmente escenario escogido por los más variopintos músicos callejeros o personajes disfrazados de todo tipo. En esta calle es donde se encuentra la entrada de visitantes al interior del palacio. Seguimos avanzando hasta el lado sur, donde está la Plaza de la Armería, la mitad de ella cerrada por una verja y en la práctica un patio interior abierto del palacio. En la parte exterior se encuentra la catedral de la Almudena, costruida a lo largo del siglo XX. Muy criticada por algunos, al exterior es una catedral muy digna que presenta formas neobarrocas para adaptarse al entorno sin desentonar con el Palacio Real, objetivo que cumple perfectamente.
La parte interior de la Plaza de la Armería es accesible sólo si se visita el palacio pagando la entrada. De gran amplitud, es aquí donde se realizan grandes ceremonias como la llegada en carroza de los embajadores para presentar sus cartas credenciales al Rey, o el relevo solemne de la Guardia Real una vez al mes. Por esta plaza interior se accede a la Real Armería, a la Real Botica y al mirador que da hacia el Campo del Moro y la Casa de Campo.
Como hemos dicho, en el interior de Palacio no está permitido fotografiar, y no visitarlo es imperdonable. Se visita apenas una treintena de habitaciones y salones, que son más que suficientes para llevarse una visión muy completa de la Historia y el Arte de este edificio. En cuanto a las obras artísticas, las hay de Tiepolo, Mengs, Giaquinto, Bayéu, Velázquez, Ribera, Sorolla, Van der Weyden, Bernini o Benlliure, amén de las colecciones de stradivarius, relojes, o armaduras (las tres consideradas las mejores del mundo), tapices, porcelanas…
TEXTO Y FOTOS © LAGARTO ROJO
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Para más información:
http://www.patrimonionacional.es/Home/Palacios-Reales/Palacio-Real-de-Madrid.aspx
http://www.esmadrid.com/es/
Espectaculares fotos!! Y es que a mi el Palacio Real de Madrid me gusta desde los cuatro costados!
Me gustaMe gusta
Muchas gracias.
Estoy totalmente de acuerdo. Para mí uno de los monumentos más importantes del mundo y muy poco valorado por los propios españoles.
Un saludo.
Me gustaMe gusta
En mi visita a Madrid el pasado mes de enero tuve el placer de visitar este precioso lugar y quedar prendada de él, y según quien me acompañaba no fui en la mejor época (por esas cosas del invierno), pero aún así la admiración brotaba de mis ojos.
Saludos
Me gustaMe gusta
Quien te acompañó tenía mucha razón, y estoy seguro de que es alguien con muy buen criterio y muy buen gusto (eligiendo paseos y eligiendo compañía). Efectivamente te llevó a ver uno de los más impresionantes palacios del mundo. Puedo imaginar fácilmente tus ojos admirados… Muchas gracias por tu comentario.
Saludos y besos.
Me gustaMe gusta