Muchos de nosotros nos hemos criado con imágenes en la televisión que mostraban un día tras otro los horrores de la guerra civil del Líbano. Todos conocemos cómo la Suiza de Oriente se convirtió en un infierno de la noche a la mañana. Sin embargo, el fin de la guerra llegó. Fue en 1991, hace ya más de 20 años, y hoy este pequeño país permanece en paz… de momento.
Es posible conocer lo fundamental del Líbano en una semana y hasta en menos. En este país, cuna de civilizaciones, podremos encontrar naturaleza sorprendente, ruinas de los más antiguos imperios, la más rabiosa modernidad, zocos, la reconocida amabilidad árabe, iglesias, mezquitas, estupenda gastronomía y sobre todo enormes contrastes en un difícil equilibrio que siempre amenaza con romperse.


El Líbano es un país muy pequeño cuyo mapa recuerda al de la región española de Asturias: prácticamente el mismo tamaño y la misma forma, aunque asomándose a la costa mediterránea en sentido norte-sur. Su extensión también coincide con la de Puerto Rico. Es un país árabe, y ése es uno de los dos idiomas oficiales. El otro es el francés, herencia del país que administró el territorio a modo de protectorado hasta su independencia ocurrida en 1946. La impronta gala es bastante profunda todavía, si bien se aprecia sobre todo en las clases medias y altas. Este país puede ser una cómoda y rápida aproximación al Oriente Próximo, pues es el país más europeo de la región, lo cual no nos impedirá encontrar un Líbano profundo muy cerca de Beirut en quilómetros pero muy lejos en el tiempo.


Las religiones que han maldecido al Líbano con su fanatismo criminal representan un auténtico crisol. Hay 18 reconocidas oficialmente aunque para simplificar podemos decir que son mitad cristianos y mitad musulmanes (aunque la balanza se está desequilibrando a favor de éstos últimos debido a diversos factores demográficos y políticos). En unos pocos días el visitante percibirá lo perniciosas que pueden ser las religiones para el progreso humano, pues en la práctica las comunidades viven separadas entre sí, sin relaciones más allá de las laborales. Provocaron la horrible guerra civil y las heridas siguen abiertas. Sin embargo el visitante no tiene nada que temer y recibirá un trato igualmente amable por parte de unos y de otros, aunque es más probable que entable relación con los cristianos, pues éstos suelen conservar en mayor medida la lengua y la influencia cultural francesas.


La capital, Beirut, es al mismo tiempo la puerta de entrada al país, pues posee su único aeropuerto. Es también la ciudad más poblada, con un millón y medio de habitantes (sobre un total de cuatro y medio). Un par de días bastarían para conocer la ciudad, pero podemos alojarnos en ella durante toda nuestra estancia en el Líbano para desde allí movernos a conocer los diferentes lugares de interés del pequeño país. Para desplazarse con el transporte público tanto en la ciudad como fuera de ella conviene dirigirse para recabar información a la oficina de turismo, sita en el barrio de Jamrá (suele estar transliterado como Hamra).


Para visitar algunos lugares puede ser conveniente alquilar un coche, aunque se debe tener mucho cuidado con el catastrófico tráfico libanés. Ésta es la opción más cómoda pero indudablemente la más cara, mientras que el viajero de economía más modesta deberá arreglárselas con los transportes públicos. Hemos de advertir que su organización y comodidad dejan bastante que desear vistas desde la óptica de un país desarrollado.


Situemos las tres estaciones de transportes (en realidad tres espacios al aire libre donde reina el mayor desconcierto para quien no esté familiarizado con ellos): para los destinos del sur del país, para el valle de la Becá y para Damasco (la capital de Siria, que sorprendentemente sólo está a 80 quilómetros) usaremos la estación de Cola, que está en el sur de Beirut; mientras, los autobuses que van hacia el norte salen de la estación de Charles Helou, situada en el centro de la capital, y de Dora, que se encuentra al nordeste de ella. Los autobuses no son tales: son furgonetas habilitadas para el transporte de pasajeros y con capacidad para unas doce personas bien apretujadas.


Por su parte, los taxis que van fuera de Beirut se comparten (el taxista también mete a tantas personas como puede) y el precio se negocia. Estos taxis compartidos se llaman service (pronúnciese servís). En ambos casos no hay horarios, pues el vehículo sale cuando el conductor consigue llenarlo (y pueden pasar horas). Añadamos que ni unos ni otros tienen número de línea ni el nombre del destino, y si lo tienen está en árabe, así que hay que ir preguntando para enterarse. La otra opción, claro, es alquilar un coche o tener un amigo libanés que nos lleve o que nos preste un vehículo.


En general, viajar por el Líbano no supone ningún riesgo, aunque hay que ser discreto en ciertas zonas dominadas por el grupo terrorista islámico Hezbolá, o en los barrios chiíes. Sin embargo, sí se desaconseja viajar al extremo sur, controlado por las tropas del Estado de Israel. Ahora que ya sabemos cómo desplazarnos por este pequeñísimo pero fascinante país, en los siguientes artículos descubriremos algunas de las sorpresas que nos depara.
TEXTO Y FOTOS © LAGARTO ROJO
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Para más información:
http://www.lebanon-tourism.gov.lb/fr/ (en francés)
http://www.le-liban.com/dir/liban_tourisme_et_info/ (en francés)
http://www.voyage-liban.com/tourisme/sites-et-villes/beyrouth.html (en francés)
Qué interesante, me recuerda a Amman.
Yo estudié con un compañero libanés que me hablaba de esa Suiza del Oriente que era su país.
Saludos viajeros
El LoBo BoBo
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No conozco Jordania, aunque me imagino que es similar. Lo mismo que Damasco, con la salvedad de los retratos del omnipresente tirano y el miedo latente de la población (eso antes, ahora ya debe de ser pánico desaforado). En cuanto a la Suiza de Oriente, ahora ya es un queso gruyer… En todo caso, un lugar fascinante.
Un saludo.
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Me presento mi nombre es alison rodriguez soy colombiana en este momento estoy terminando básica secundaria y tengo una actividad acerca de libano, quisiera que me respondas unas cuantas preguntas acerca de dicho país
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Si puedo responder tus dudas, será un placer. Escríbeme a la dirección lagartorojo13@gmail.com. Un saludo.
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